Maneras de reducir el riesgo
Los melanomas pueden aparecen de forma repentina en la piel o pueden desarrollarse a partir de un lunar existente. Uno de los principales factores de riesgo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) , es la frecuencia de la exposición al sol. De hecho, según registros del Ministerio de Salud, nueve de cada 10 casos de cáncer de piel se deben a la exposición solar. Por estas razones, se recomienda:
- Evitar el uso de camas solares para uso cosmético ya que pueden inducir lesiones malignas
- Realizar un autoexamen de los propios lunares y visitar periódicamente al dermatólogo para evitar la detección tardía
Es importante la visita anual al dermatólogo, además de revisarse y realizarse un simple autoexamen de la piel conocido como el “”ABCDE” del melanoma”. A través de este examen, pueden analizarse los lunares y manchas de la piel teniendo en cuenta:
- La multiplicidad de colores. Los lunares no deben variar su color y este no debe ser oscuro ni con áreas negras, blancas, rojas o azules
- El diámetro o tamaño, que no debe ser mayor a seis milímetros
- La evolución, es decir, que los lunares no hayan mutado en tamaño o apariencia ni presenten sangrado o picazón
En el caso de identificarse alguna de estas anomalías en la piel, es fundamental consultar a un especialista.